19 agosto 2006

Que linda manito que tengo yo (o el camino del autoconocimiento)

He sido una pacata (soy?), si de algo me arrepiento verdaderamente a mis 28 años es no haber empezado a tocarme durante mi pubertad, cada vez que me hago unos mimos pienso que debería haber comenzado mucho pero mucho antes.Tuve relaciones antes de aprender a autosatisfacerme con onda, no da.
Creo que en esto los caballeros sacan ventaja por sobre las damas, ellos ni bien se descubren le dan para adelante, no se limitan, no se avergüenzan ni sobrepiensan el tema del sexo, se calientan y se tocan, se aburren y se tocan, se bañan y se tocan. Cuando finalmente un muchacho logra deshacerse de su virginidad sabe por lo menos donde y como reacciona su zona más sensible, sabe como se siente un orgasmo ... despues irá, o no, aprendiendo el resto (siempre depende de la voluntad del muchacho en cuestion)
En cambio a nosotras (a mi) nos pasa que llegamos al momento de abandonar el mote de virginal sin terminar de entender del todo, las sensaciones no son desconocidas (nos habíamos calentado antes, y mucho, franeleando en la salida de emergencia de bypass por ejemplo); si tuvimos suerte con anterioridad manos intrépidas habian bajado a frotarnos, rozarnos, urgarnos un poco las partes bajas. Les faltaba técnica... pero como ibamos a saberlo?? si tal vez nosotras (yo) nos tocabamos de la misma manera: furtivamente, con vergüencita, sin ahondar en el tema, dejando el trabajo por la mitad.
Creo que de haber sabido tocarnos , hubiesemos orientado a nuestros amiguitos (eramos taaaan chicos), como ellos nos orientaron a nosotras cuando nos tomaron la mano y la pusieron ahí ("arriba/abajo" parecia leerseles en los ojos mientras acompañaban el vaiven con su mano).
Todos hubiesemos cogido mejor al mismo tiempo si no existiera este desfasaje entre la tocata masculina y la femenina. Que mejor que recorrer el camino juntos: yo me toco, tu te tocas, nos tocamos?
Particularmente, conocía tan poco mi cuerpo como mi afortunado compañero de reservado, sabía que había algo groso en todo eso, que lo que venía despues tenía que estar tremento (en efecto: está tremendo). Asi que a pura calentura emprendí mi camino, interesante camino, bastante transitado por cierto. De a poco fui entendiendo, supe que me gustaba, que no me gustaba, como me gustaba. Pero en principio siempre quedaba a merced de los deseos de mi pareja (compañero/tipo equis) de turno, me dejaba llevar y en el proceso encontraba mi placer.
El tema es que no siempre mi partner tenía muy claro los capítulos "Placer Femenino: la mujer no es solo un agujero" y "La fricción irrita, variantes de frecuencia e intensidad" , y yo, muuuy naba, no le orientaba. Tampoco lo tenía muy muy claro, si acababa era de casualidad; o, en otros casos, gracias a la habilidad y generosidad de compañeros/tipos equis un poco más duchos en el tema (los recuerdo con cariño, a todos, gracias).
Acabé solita a los veintitres añitos, cuando ya habían pasado bajo mis sabanas (jeje que sutileza la mia) una veintena de parejas (compañeros/tipos equis), los responsables de esto: un cierto grado de curiosidad y el jacuzzy de mis viejos. Un chorro de agua tibiecita en el lugar adecuado garpa, y mucho. Quedé atónita, la historia de mi vida paso delate mío, me sentí una pelotuda.
Y nada, ahora me toco cada vez que se me canta, por que me caliento, por que me aburro, por que me baño.
Soy mucho mas precisa en cuanto a presiones y estimulos, soy mucho mejor folladora de lo que era antes, bah lo disfruto como una loca, y eso no sabés como (me) calienta.


.

Etiquetas: